Naves espaciales


Una nave espacial es un vehículo diseñado para funcionar más allá de la superficie terrestre, en el espacio exterior. Las naves espaciales pueden ser robóticas o sondas no tripuladas. La que pueden transportar personas poseen equipos para que los astronautas coman, se ejerciten, y hagan sus necesidades diarias.


Cohete ruso Protón-K despegando con al módulo Zvezda para la ISS (Baikonur, 12 de julio de 2000).La nave espacial es uno de los elementos primarios de la ciencia-ficción. Hay muchísimos cuentos y novelas que tratan temas relacionados con las naves espaciales. Algunos libros de ciencia ficción dura se enfocan en detalles concernientes a las naves, mientras que otras consideran que las naves espaciales ya existen y no tratan casi nada sobre cómo funcionan.

Los cohetes constan de dos partes:

Cohete propiamente dicho: sección impulsora, compuesta de los motores y los depósitos de combustible.
Cabina: zona de tripulación o cápsula espacial.
Siendo por el momento este tipo de propulsión el único con referentes en la realidad práctica, debería suponerse más abundantes los ejemplos de su uso en la ciencia ficción. Pudo ser así en la ciencia ficción más temprana, antes de generalizarse el uso de la fisión atómica como fuente de energía. Cuando la energía atómica se hizo una realidad, la soñadora mente de los escritores abandonó al viejo cohete como medio de salir de la Tierra.

Aun así se ha convertido en el emblema de toda una época y autores como Ray Bradbury, en Crónicas marcianas (1950), lo asociaron a su obra de manera casi indisoluble (si bien es posible que el tremendo calor del verano del cohete no fuera producido por combustión).

Los cohetes químicos tienen una autonomía muy limitada debido a su enorme gasto de masa propelente y sería poco probable que nos llevasen mucho más allá de Marte. De hecho, sin poder desterrar totalmente este tipo de impulsor, la NASA está evaluando la posibilidad de construir un cañón electromagnético en la falda de una montaña para auxiliar en el despegue a las lanzaderas espaciales, ahorrando combustible y disminuyendo los riesgos de accidentes.

En La Luna es una cruel amante, Robert A. Heinlein, ya en 1966, utiliza una catapulta electromagnética para acelerar carga desde una base lunar a la Tierra y el mismo mecanismo es usado por Arthur C. Clarke en el relato Maelstrom II, de 1965. Estas obras, alejadas de la fantasía de las revistas pulp, pretenden abordar el tema de la colonización de cuerpos cercanos con cierto rigor científico.

Aeronave del futuro. Lockheed Martin P 791.





La P-791 es una aeronave experimental híbrida, aerostática /aerodinámica, desarrollada por Lockheed-Martin Corporation. El primer vuelo de la P-791 se realizó el 31 de enero del 2006 en las instalaciones de la Fuerza Aérea en Palmdale. La aeronave es una suerte de Zeppelin moderno, que podría convertirse en el transporte del futuro.
Este dirigible híbrido obtiene la mayor parte de su sustentación de gas más liviano que el aire, como el helio. Pero es más pesado que el aire y alrededor del 20% de su sustentación la obtiene de volar como un avión, pero con lentos despegues y aterrizajes que permiten las operaciones desde pistas pequeñas y sin preparación. Una de las características de diseño de la P-791 es la manera en que la aeronave está construido para ganar envergadura y poder producir sustentación: toda la construcción está formada de tres lóbulos presurizados unidos.
Cuatro cojines de aire se colocan en el exterior de los lóbulos. Estos cojines de aire se utilizan como tren de aterrizaje y presentan algunas ventajas: la aeronave puede aterrizar y despegar en forma convencional, la presión puede ser utilizada para distribuir la carga al aterrizar y el flujo también puede revertirse por lo tanto, la aeronave puede anclarse al suelo para permitir la carga y descarga en condiciones climatológicas adversas.
Cuatro hélices son claramente visibles en la aeronave, dos en la cola y dos en los lados.
El Departamento de Defensa de los Estados Unidos desde hace años esta buscando el desarrollo de una aeronave capaz de transportar cargas pesadas, 500-1000 toneladas, hasta 12000 millas náuticas. La P -791 podría resultar la elegida.

Link trairners


Los aparatos, llamados link trairners, que constan generalmente de una pequeña cabina que gira sobre un basamento y está equipada del mismo modo que la cabina de un avión y ofrece al alumno la posibilidad de efectuar todas la maniobras requeridas para un vuelo real.

Portaaviones


Un portaaviones es un buque de guerra capaz de transportar y operar aviones, que sirve como base móvil para aviones de combate o reconocimiento.

Durante la Primera Guerra Mundial algunas de las grandes potencias comprendieron la importancia estratégica de disponer de aviación embarcada para enfrentarse a conflictos en territorios alejados del territorio nacional o en territorios nacionales de ultramar en los que no era posible disponer de medios aéreos de importancia por motivos económicos o logísticos.

Hidroaviones


Un hidroavión es un tipo de avión que lleva, en lugar de ruedas, uno o varios flotadores para ponerse encima del agua. Esto hace que sea capaz de despegar y descender en el agua (o amerizar).

Aunque no se corresponda con la definición del diccionario, el concepto se extiende a todas las aeronaves de ala fija capaces de utilizar una superficie de agua como pista de despegue o descenso, incluyendo de este modo los aviones anfibios, cuando tienen ruedas y flotadores.

Planeadores


Un planeador es un aerodino (una aeronave más pesada que el aire) no motorizado. Sus fuerzas de sustentación y traslación provienen únicamente de la resultante general aerodinámica. Este tipo de aeronaves se emplea en el deporte del vuelo a vela (o volovelismo), aunque también ha sido usado para otros propósitos, p. ej. militares o de investigación.

Una característica es su elevada relación de distancia recorrida frente a la altura perdida (relación de planeo). Dicha característica hace de esta familia de aeronaves la forma más eficiente de volar. Esto se logra oponiendo resistencia mínima ante una fuerza de sustentación dada; es por ello que poseen alas largas y delgadas, y un fuselaje estrecho y aerodinámico. Estas propiedades facilitan el ascenso gracias a corrientes de aire ascendentes (térmicas o dinámicas).

Los hay tripulados y no tripulados o radiocontrolados; de tamaño real y aeromodelos a escala; los hay de ala flexible de tela (parapente) o alas de estructuras rígidas o semiflexibles (velero planeador y ala delta). Se utilizan para la práctica del vuelo libre.

Sistemas de Propulsión

Para viajar por el espacio es necesario algún sistema de propulsión capaz de imprimir aceleración a los vehículos. Debido al vacío del espacio exterior, cualquier aceleración deberá basarse en la tercera ley Newton o Ley de acción y reacción, según la cual, "por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, éste realiza una fuerza de igual intensidad pero de sentido contrario". De esta manera, si un objeto expulsa parte de su masa en una dirección, el resto del objeto se desplazará en sentido contrario. Éste es el fundamento de los motores a reacción, también llamados de "propulsión a chorro": en ellos, parte de la masa de la nave (el combustible) es expulsada a gran velocidad en una dirección, ocasionando que el resto de la nave se desplace en el sentido opuesto.

Los Globos




Aparato más ligero que el aire consistente en una gran bolsa esférica y flexible hecha de seda o caucho (hule) impermeabilizados u otro material no poroso adecuado en cuyo interior hay aire caliente o algún gas más ligero que el aire. Los globos tripulados admiten a una o varias personas que viajan en una barquilla suspendida. Los globos no tripulados llevan instrumentos para medir y registrar diversos fenómenos físicos. Los primeros globos se rellenaban de aire caliente y solían tener un quemador para ir reponiendo el calor. Los globos modernos utilizan hidrógeno o helio o, en el caso de los globos deportivos de aire caliente, aire calentado con un pequeño quemador de gas. El helio tiene la gran ventaja de no ser inflamable, pero es dos veces más pesado que el hidrógeno y tiene un 7 por ciento menos de fuerza ascensional. El hidrógeno pesa 1,14 kg/m3 menos que el aire a presión atmosférica y temperaturas normales, y un globo de hidrógeno de 30 m3 puede levantar, en consecuencia, unos 34 kg.